Hay algunas cosas que hacen que sea impresionante ver un bengalí en persona y que sea un gato único:

-El gato bengalí es un gato grande, con un cuerpo fuerte y robusto. Los machos de gato bengalí pueden pesar entre 5 y 7 kilos, y las hembras de gato bengalí pesan entre 3,5 y 5 kilos. Las patas traseras del gato bengalí son muy fuertes, y eso le permite saltar grandes alturas, más que otras razas de gato.

-El manto del bengalí es brillante y sedoso, posee una característica única, el “glitter” que ninguna otra raza de gato tiene. El glitter es un destello dorado del pelo, similar a motas de oro, que destaca cuando el gato bengalí está bajo el sol u otro foco de luz. Es un efecto muy difícil de fotografiar, y por tanto, una cosa más que hace al gato bengalí un animal que impresiona cuando se ve en persona.

-El gato bengalí no tiene miedo al agua, de hecho, se siente atraído por el agua. Esto es algo heredado de su ancestro, el gato leopardo de Asia, que es un gato pescador. Hay gatos bengalíes que incluso se meten en la bañera cuando está llena de agua. De hecho, si llenas una bañera de agua y pones algo que flote, tu gato bengalí tendrá un buen juego durante mucho tiempo, ya que les encanta golpear el agua con las patas.

-Como el bengalí es un gato tan sociable y con un carácter tan divertido, se le puede enseñar y habituar a pasear con correa. Mucha gente llama a esta raza el “gato perro” pues su carácter sociable, su tranquilidad para salir al exterior, y su apego a su dueño, recuerdan al comportamiento de los canes. Debido también a este excepcional carácter, el gato bengalí convive perfectamente con otras mascotas y con niños.

-El gato bengalí es un gato muy inteligente, que disfruta mucho cuando se le da atención. Por ello, el gato bengalí puede recibir adiestramiento con “cliker”, y disfruta jugando a recoger la pelota, al igual que los perros. Esta forma de jugar del bengalí también lo hace un animal muy especial.